106 horas de crisis en OpenAI


Este artículo fue actualizado por última vez el noviembre 28, 2023

106 horas de crisis en OpenAI

OpenAI

La videollamada aún no ha finalizado y Sam Altman ya no puede acceder a su computadora. El director ejecutivo de OpenAI, la empresa detrás del generador de texto ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial, acaba de ser despedido sumariamente por la junta directiva. Altman se encuentra actualmente en Las Vegas para disputar la Fórmula 1. Se entera de la noticia en su habitación de hotel, según una reconstrucción de The Wall Street Journal.

Resulta ser el comienzo de 106 horas muy turbulentas. Rara vez sucede que una empresa tecnológica de éxito parezca implosionar desde dentro en tan poco tiempo, para finalmente evitarlo. ¿Qué pasó? Informe de una crisis de cinco días.

Viernes

Altman inicia sesión para una videollamada el viernes 17 de noviembre alrededor del mediodía (todos los horarios en este artículo son hora de California, 9 horas antes que los Países Bajos). El día anterior recibió la invitación de Ilya Sutskever. Es cofundador de OpenAI, miembro de su junta directiva y destacado investigador de IA.

El liderazgo de OpenAI ha decidido que van a despedir a Altman. Es Sutskever quien le dice eso. Luego se le dice a Altman que poco después se emitirá un comunicado de prensa. La vaga redacción utilizada para legitimar la salida de Altman – “no siempre sincera en la comunicación” – perseguirá a la junta en los días siguientes.

Ya hay un director general interino: la directora técnica Mira Murati. Microsoft, principal socio de OpenAI, está completamente sorprendido por la noticia. La cúpula de la empresa se entera de ello menos de diez minutos antes de su publicación. En los próximos días, el gigante del software se involucrará activamente en el asunto.

Sábado

Casi de inmediato, comienza una campaña para que Altman regrese a OpenAI. El Wall Street Journal describe su casa como una sala de guerra los sábados con los empleados de la empresa. Utilizan X como plataforma para hacer campaña: tanto Altman como otros empleados participan activamente en ella y llegan así a periodistas e inversores que también están en X.

Los inversores, incluido Microsoft, también están presionando a la junta directiva para que permita el regreso de Altman. Hay un momento de optimismo de que esto funcionará. Pero también hay señales de dudas dentro de la junta directiva y de que no se cumple un plazo tras el cual los empleados amenazan con irse.

Domingo

El desenlace debería producirse un día después, con el regreso de Altman. Un mensaje en X en el que Altman muestra que está en la oficina esa tarde con un pase de visitante y el mensaje de que es la “primera y última vez” que lo porta, es visto millones de veces en el medio.

Entonces todo cambia. La junta directiva de OpenAI decide nombrar un nuevo director ejecutivo temporal. Murati, que ha estado al mando desde el despido de Altman, está de su lado. Señala el cofundador de Twitch.

Unas horas más tarde, llega la inesperada noticia de que Altman y otros compañeros se trasladan a Microsoft. La importancia del gigante del software en esta historia es muy grande. Microsoft no solo ha invertido miles de millones de dólares en OpenAI; Al integrar profundamente la tecnología de la empresa en su propio software, Microsoft ha vinculado su futuro en IA al de OpenAI. Al vincular a Altman con Microsoft, el director ejecutivo Satya Nadella quiere tranquilizar a los inversores.

Lunes

Mientras tanto, entre los empleados se están gestando cosas. Durante la noche del domingo al lunes se trabaja en una carta dirigida a la junta. Se exige su salida y el regreso de Altman, de lo contrario se trasladarán a Microsoft. Según The New York Times esto está “orquestado” por la cúpula de la empresa.

Casi todos los empleados ponen sus nombres debajo de la letra. Una señal de lealtad, pero también estaba en juego una venta de acciones que haría ganar mucho dinero a los empleados. Sutskever, que despidió a Altman el viernes, también pone su nombre en una carta y expresa pesar por X. En retrospectiva, la carta parece ser el punto de inflexión.

La presión sobre la junta directiva sigue aumentando. Todavía no han podido explicar claramente por qué despidieron a Altman. Así lo afirman fuentes a The Wall Street Journal que la desconfianza hacia Altman era tan grande que “creyeron necesario comprobar casi todo lo que decía”.

Martes

Las cosas cobran impulso un día después. Esa mañana, las negociaciones comienzan de nuevo entre Altman, la junta directiva y el director ejecutivo temporal. Las conversaciones durarán horas. Sólo alrededor de las 22:00 horas, cuando en los Países Bajos ya son las 7:00 horas del miércoles, empieza a salir humo blanco. Sam Altman regresa.

Abierto AI

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