Este artículo fue actualizado por última vez el marzo 29, 2024
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Recordando a Daniel Kahneman
Daniel Kahneman, un visionario de la economía del comportamiento, fallece a los 90 años
La comunidad científica lamenta la pérdida de uno de sus contribuyentes más importantes, Daniel Kahneman. El psicólogo israelí-estadounidense, elogiado como pionero de la economía conductual, falleció a la edad de 90 años. Su fallecimiento fue informado tanto por su amada esposa como por su antiguo hogar académico, la prestigiosa Universidad de Princeton.
Contribuciones pioneras a la economía del comportamiento
El aclamado esfuerzo científico de Kahneman giró en torno al papel fundamental de la intuición en la toma de decisiones financieras. En estrecha colaboración con su socio académico, Amos Tversky, sentó las bases del novedoso campo de la economía del comportamiento. Su incisivo libro sobre el tema, escrito para el profano, “Pensar, rápido y lento”, se convirtió en un éxito de ventas en 2011. El quid de su marco teórico proponía un enfoque menos racional en el proceso de toma de decisiones de las personas en aspectos importantes como el empleo. cambios o compras sustanciales. Los instintos intuitivos de los humanos parecen desempeñar un papel impactante en tales decisiones que alteran la vida, y posteriormente los racionalizan si lo consideran apropiado.
Desentrañando el El poder de la pérdida Aversión
Junto con Tversky, Kahneman, en la década de 1970, teorizó que la gente reaccionaba con mayor intensidad ante las pérdidas financieras que ante ganancias similares. Esta actitud a menudo conducía a una firme adhesión al status quo, incluso si entraba en conflicto con el propio interés. Este concepto llegó a ser reconocido popularmente como “aversión a las pérdidas”. Daniel Kahneman recibió el estimado Premio Nobel de Economía en 2002, atribuido únicamente a él porque Tversky había fallecido antes que él en 1996. El dúo compartió una asociación notable y productiva durante varias décadas. Su orquesta académica era tan armoniosa que el honor de ser el primer autor de su publicación conjunta se determinó lanzando una moneda al aire, y luego se turnaron. Kahneman reflexionó con nostalgia sobre su fructífera colaboración: “Amos y yo compartimos la maravilla de que juntos poseemos la gallina de los huevos de oro: un espíritu colectivo que era mejor que cualquiera de nosotros individualmente”.
Adiós a una mente revolucionaria
Mientras el mundo se despide de este gigante intelectual, sus contribuciones transformadoras a la economía del comportamiento continúan resonando en los pasillos académicos, inspirando a generaciones de académicos y pragmáticos por igual. Sus conocimientos sobre los instintos humanos desafiaron las teorías económicas tradicionales y su espíritu pionero ejemplificó la excelencia académica. Las huellas de Kahneman en los anales de la psicología y la economía perdurarán, asegurando que su legado continúe influyendo y guiando la comprensión de la humanidad sobre su compleja naturaleza.
Daniel Kahneman
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